CAPITULO 6: “IT’S TIME FOR US TO TAKE A CHANCE”

-¿Estás seguro? – le pregunté a Ryan por décima vez.
-Sí, Brendon. Créelo de una vez – contestó él riendo.
Es que simplemente no podía comprenderlo. Íbamos a presentarnos en vivo. Nosotros. Nuestras propias canciones. Era increíble, y se sentía aún mejor.
-Bren, recuerda respirar – me dijo Brent riéndose de mi.
-¿Es que no entienden? Este es mi sueño volviéndose realidad – decía una y otra vez. Ahora que lo pienso debía ser un poco insoportable (aunque tal vez chistoso) oírme repetir lo mismo durante al menos una hora.
-Parece que eres tú quién no entiende que es el sueño de los cuatro – me recordó Spencer.
Estábamos los cuatro reunidos en el sótano de la casa de Ryan. Había pasado ya una semana desde el incidente con su padre. Pero de todos modos no hablábamos de eso nunca. Sólo tal vez si Brent no estaba allí; pero aún así eran ocasiones muy aisladas.
Aquél día, cuando internaron a su padre, Ryan sí vino a pasar la noche a casa de Shane. Fue ese día cuando me contó que sus padres se habían separado cuando él era muy pequeño, y que él siempre había vivido con su padre. Al parecer su madre se había mudado a otro estado y había recomenzado su vida. Rara vez la veía, no tenía mucho trato con ella.
-¿Quieren algo de tomar chicos? – preguntó Ryan.
-Sí, por favor – contestó Brent.
-Yo también – se unió Spencer – Te ayudo… - agregó parándose del taburete de la batería y siguiendo a Ryan.
-Te juro Brent, que aún no comprendo cómo vamos a hacer para tocar en vivo – le dije mientras me sentaba al piano.
-Tal vez te preguntes cómo haré yo. Ustedes lo harán de maravilla – contestó él dejando su bajo a un costado, en el suelo.
-No te tires tan abajo Brent; lo harás bien también… - le dije sonriendo – Dime una canción para tocar… - exigí.
-Eh… Déjame pensar… - dijo mientras se rascaba distraídamente la barbilla - ¿Qué tal “Tonight, Tonight” de Smashing Pumpkins? - preguntó.
-Me parece bien – le respondí. Me acomodé mejor frente al piano y comencé a tocar – Aguarda, no recuerdo el primer verso… - dije sorprendido de mi mismo.
-¡No te creo Urie! Es una de tus canciones estrella, la tocas todas las veces que te sea posible… - me dijo Brent sorprendido también.
-¡No es a propósito Wilson! – me defendí.
Sólo se quedó un rato en silencio sin contestar.
-Time, is never time at all…” – comenzó a tararear, entonces la recordé.
-“…You can’t never ever leave, without leaving a piece of youth…” – continue – Gracias – agregué. Volví a concentrarme en el piano y comencé a tocar nuevamente desde la introducción.
Ya estaba en el estribillo cuando Spencer y Ryan entraron con vasos de jugo de naranja.
-¿Por qué nunca te ofreciste como cantante? – preguntó Ryan tendiéndome un vaso, obligándome a dejar de tocar.
-Porque ustedes buscaban un guitarrista. Además te tenemos a ti. ¿Para qué yo? – contesté. Creí que era algo bastante obvio.
-¿Ryan? ¿Crees que deberíamos probar con Brendon como cantante principal? – preguntó Spencer. Pero la forma en que expresó su pregunta me hizo sentir que no le estaba pidiendo permiso a Ryan, sino que le estaba consultando. En ese momento me sentí como animal de zoológico.
-Sí – respondió simplemente Ryan.
-¿Qué? – pregunté yo. Realmente no podía creer que ellos me ofrecieran eso. ¡Ni si quiera me lo estaban ofreciendo! Me estaban obligando a ser el cantante… Al menos a probar si funcionaba.
-Vamos – dijo Ryan tomando su guitarra - ¿con qué canción quieres empezar Brendon? – preguntó.
-¿Qué? – volví a preguntar. Me había quedado sentado en el piano sin moverme. Por un momento se me cruzó por la mente cantar mal a propósito. No estaba seguro si quería ser la voz de una banda. Eso conlleva demasiados problemas y responsabilidades. Definitivamente no quería más responsabilidades.
-¿Si empezamos con la nueva? – preguntó Brent. ¡Maldito Brent! Era uno de mis amigos de oro, pero la verdad es que justo en ese momento no estaba ayudando mucho.
-Vamos, vamos – dijo Spencer.
-Brendon, ¿te sabes mis partes de piano, verdad? – preguntó Ryan, a lo que respondí asintiendo – Así yo toco la guitarra – agregó.
Tragué saliva. Estaba muy nervioso. La verdad, no sé cómo sobreviví al primer verso, pero para cuando llegué al estribillo me olvidé que estaba siendo probado. Simplemente me dediqué a disfrutar la canción. Era una gran canción y la letra una gran historia. De hecho había tarareado esa canción desde la primera vez que Ryan la había mostrado.
Cuando terminó la canción nos quedamos todos en silencio. Yo miraba a Spencer y luego a Ryan. Así pasaron al menos diez o quince minutos. Fue una eternidad para mí.
-Me gustó – dijo Spencer sonriendo; jugaba con sus baquetas.
-A mí también – dijo Ryan luego de un rato – Tal vez hay un par de cosas que ajustar; pero tu voz es definitivamente y sin lugar a dudas más potente que la mía –
-Por eso mismo no quiero. Ryan jamás voy a sentirme como tú; no quiero que las canciones suenen falsas por tener un cantante vacío de sentimientos – traté de explicarme.
-Dije “cosas que ajustar”, Brendon. Además no te estamos preguntando si quieres… - me contestó Ryan con media sonrisa en el rostro.
-¿No tengo opción? – pregunté levantando ambas cejas.
-¡Vamos Bren! Si te encanta cantar. Cantabas en el coro, ¿recuerdas? – me recordó Brent.
-¿Brent, jamás vas a aprender a callarte, no? – le cuestioné. Spencer me miró como si hubiese dicho algo malo. Pero yo tenía la suficiente confianza con Brent para hablarle de ese modo.
-Sabes que no – me dijo él – Si yo no fuese bocón, ¿cómo crees que habrías llegado hasta aquí? – agregó. Con el rabillo del ojo pude ver cómo Spencer se relajaba.
En ese momento entendí su reacción. Él y Ryan también eran muy buenos amigos. Claro que más amigos que Brent y yo, puesto que se conocían desde muy pequeños. Él jamás trataría a Ryan de esa manera. Y viceversa.
-No se dice más entonces. Brendon cantarás el viernes por la noche – ordenó Ryan demasiado autoritariamente. Aunque, por supuesto, no me opondría. Era mejor hacer el ridículo en vivo el viernes que discutir con Ryan en ese momento.
Practicamos un poco más conmigo cantando, hasta que Ryan se frustró porque no comprendía cómo quería él que cantase una parte de una canción.
-Siento ser un poco lento para estas cosas – le dije cuando me abrió la puerta para que me fuera. Debía volver a casa para luego ir a trabajar.
-No es sólo tu culpa, yo tengo problemas para expresarme – me dijo él.
-Algún día nos entenderemos – le dije.
-Eso espero – respondió Ryan – ¡Nos vemos Brendon! –
-¡Nos vemos! – respondí mientras comenzaba a caminar.
Emprendí mi camino pensando que debía avisar en Smoothie House que no iría a trabajar el viernes. Decidí que era mejor hacerlo hoy, con anticipación. De esa manera mi jefe estaría menos molesto. Me sonreí solo al imaginarme a mi jefe gritándome porque no asistiría al trabajo el viernes.
Venía absorto en mis pensamientos, mirando mis pies al caminar; creo que fue por eso que choqué a alguien. Cayó frente mío con un agudo grito y decenas de fotos volando entre nosotros.

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