CAPITULO 7: “SWEAR TO SHAKE IT UP, IF YOU SWEAR TO LISTEN”
-¡Emily! – exclamé al darme cuenta que se trataba de ella - ¿Te encuentras bien? –
-Sí… Sólo… Me duele el… Trasero… - dijo apoyándose en sus rodillas – Mis preciadas fotos… - se lamentó mirando a su alrededor.
-Lo siento… - le dije comenzando a recoger fotos.
-¿Brendon? – preguntó ella.
Sólo la miré sorprendido.
-No reconocí tu voz – dijo rascándose distraídamente la cabeza - ¿De dónde venías? – preguntó luego y se me unió recogiendo fotos ella también.
-De practicar con la banda – respondí.
Hoy se veía muy linda. O la veía muy linda. Tal vez fuera porque estaba feliz que al fin la banda saliera del garage de Ryan.
Nos quedamos en silencio hasta que conseguimos todas las fotos.
-Suerte que les puse número detrás – dijo mirando con miedo el manojo de fotos que tenía en la mano.
-¿Necesitas ayuda con algo? – le pregunté sonriendo. De repente me sentía estúpidamente feliz de verla.
-No, gracias – contestó ella sonriendo también – Te ves especialmente feliz hoy, Brendon. Y eso que no te he visto muchas veces… -
Creo que me ruboricé, pero no puedo estar seguro. Quiero decir, no podía verme.
-Es que la banda por fin podrá tocar en vivo – contesté; y una sonrisa triunfante se dibujó en mi rostro. No pude detenerla, apareció sin avisar.
-¿Dónde tocan? – preguntó entusiasmada mientras comenzaba a ordenar sus fotos.
-¿Conoces Smoothie House, verdad? – ella asintió – Bueno, saliendo de allí, dos cuadras hacia la derecha. En una esquina hay un bar. Tocamos allí – no creí que mis explicaciones fueran claras. Pero al parecer ella comprendió de qué hablaba.
-¿Crees que a los chicos les molestará si voy a sacarles fotos? – me preguntó sin levantar la vista de su trabajo.
-¿Qué? – pregunté sorprendido. Realmente me agarró desprevenido. “¿Tomarnos fotos a nosotros? ¡Qué martirio para la cámara!”, pensé.
-Sí, creo que sería un buen trabajo para mí. Probablemente esté oscuro, por lo que tendré que jugar con la luz. Será divertido ¿Cuándo tocan? –
-El viernes por la noche – contesté.
-Bueno, nos vemos allí entonces ¿Hoy trabajas, no? – preguntó.
-Sí, ¿por qué? – le pregunté. Jamás me perdí tanto en una conversación. Ni siquiera con Ryan.
-Porque se te está haciendo tarde… - dijo, y me miró sonriendo.
-¿Ah sí…? – miré mi reloj de muñeca sólo para descubrir que no tenía reloj de muñeca. Nunca lo tuve y nunca lo tendré. Estaba actuando como un verdadero estúpido, no entendía por qué, y comenzaba a darme daba miedo.
-Son las siete y cuarto, Brendon – me dijo aún sonriendo – Si fuese tú comenzaría a correr… -
Y eso fue lo que hice. Obedecí. Cuando llegué a Smoothie House no podía creer que había corrido hasta ahí.
***
El resto de la semana se me hizo eterno. Hasta que llegó el viernes por la noche. Ya estábamos allí. Sólo faltaba Brent que, como siempre, estaba llegando tarde.
-Voy a matarlo… - repetía Ryan una y otra vez caminando por todos lados.
Faltaban diez minutos para que nos anunciaran y todavía no llegaba. Ni rastros de Brent había.
-Tranquilízate Ryan – respondía Spencer cansinamente.
Ryan estaba a punto de caer en un ataque cardíaco cuando Brent llegó. Estaba todo rojo y sudado. Pero traía su bajo en la mano.
-¿Dónde estabas? – lo cuestionó Ryan. Pero ya estaba más tranquilo.
-Es que mi madre no me dejaba salir si iba a venir aquí. Tuve que salir por la ventana de mi cuarto – explicó respirando entrecortadamente.
-Brent, estás loco – le dije yo con media sonrisa en el rostro. Sonrisa que él devolvió.
No había mucha gente aquel día. Pero definitivamente había más gente que de costumbre.
En el “público” estaba Emily con su cámara de fotos. Pero el peor espectador de todos era Shane, que estaba con una filmadora.
Cuando el dueño del bar nos anunció dijo que éramos una banda del pueblo. Claro, no teníamos nombre. Fue muy graciosa la expresión de Ryan al escuchar que éramos “la banda del momento del pueblo”; creí que iba a abandonar su guitarra para golpear al anunciador.
Cuando salimos al escenario se sintió muy raro. Primero porque el “escenario” era una pequeña tarima. Y segundo, porque era la primera vez que tocábamos para alguien más que nosotros cuatro.
Estaba muy nervioso, y al principio pensé que la voz no me saldría. Pero al final resultó bastante bien. Quiero decir, la mitad de la gente que estaba en el bar eran ancianos: su opinión no contaba; aunque les agradó. Además de la multitud anciana sólo había un grupo de chicas de nuestra edad, las hermanitas de Spencer con su madre (que parecía que estaba a punto de llorar de la emoción), Emily y Shane.
Fue muy gracioso ver a las hermanitas de Spencer cantar las canciones, pero se sintió bien también. Eran parte del show, todo el mundo las miraba y les parecía tierno. Nosotros, por nuestra parte, estábamos agradecidos que no toda su atención esté centrada en el escenario. Eso hubiese sido terrorífico.
-¡Suenan genial! – exclamó Emily. Venía corriendo hacia nosotros cuando terminó el show y estábamos desenchufando todo.
-¿Te gustó? – preguntó Ryan escéptico – Yo creo que sonamos horrendo… -
-Ryan, no te tires para abajo. Suenan mejor que algunas grandes bandas. Y por supuesto que suenan mejor que cualquier banda de garage… - dijo Emily sonriendo ampliamente.
-¡Buen trabajo Ross! – dijo una de las chicas acercándose también. Era rubia, de pelo lacio. Muy bonita.
-Gracias Jac, pero creo que podemos sonar mejor… - respondió él.
-¿Se conocen? – preguntó Brent.
-Sí, Jac es amiga mía desde la secundaria – contestó Ryan mientras enfundaba su guitarra.
-¿Por qué nunca mencionaste que tenías amigas tan preciosas, Ross? – dijo Brent observando mejor a Jac.
-Porque sabía que ibas a mirarla de esa manera y soy demasiado posesivo con mis amigas… - le respondió Ryan.
-No esperaba que Ryan tuviese amigas mujeres… - susurró Emily.
-Yo tampoco – le respondí.
-¡Brendon, me oíste! – exclamó ella. Creo que se ruborizó, pero estaba un poco oscuro ahí dentro.
-¿Sacaste muchas fotos, verdad? – preguntó Shane abrazando a Emily.
-Sí… - respondió ella ensimismada, viendo algo. Giré un poco mi cabeza para seguir la línea de su mirada y me di cuenta que estaba mirando a Ryan.
-¡Hey, chicos! – dijo Ryan acercándose – Mi padre trabaja esta noche, ¿qué les parece si vamos a celebrar a mi casa? – sugirió.
-¡Estupendo! – exclamó Brent - ¿Irá tu amiga? – preguntó luego, bromeando.
-Si dices algo por el estilo de nuevo, te llevarás un golpe a tu casa Wilson… - le dijo Ryan fingiendo estar enojado.
-Sí… Sólo… Me duele el… Trasero… - dijo apoyándose en sus rodillas – Mis preciadas fotos… - se lamentó mirando a su alrededor.
-Lo siento… - le dije comenzando a recoger fotos.
-¿Brendon? – preguntó ella.
Sólo la miré sorprendido.
-No reconocí tu voz – dijo rascándose distraídamente la cabeza - ¿De dónde venías? – preguntó luego y se me unió recogiendo fotos ella también.
-De practicar con la banda – respondí.
Hoy se veía muy linda. O la veía muy linda. Tal vez fuera porque estaba feliz que al fin la banda saliera del garage de Ryan.
Nos quedamos en silencio hasta que conseguimos todas las fotos.
-Suerte que les puse número detrás – dijo mirando con miedo el manojo de fotos que tenía en la mano.
-¿Necesitas ayuda con algo? – le pregunté sonriendo. De repente me sentía estúpidamente feliz de verla.
-No, gracias – contestó ella sonriendo también – Te ves especialmente feliz hoy, Brendon. Y eso que no te he visto muchas veces… -
Creo que me ruboricé, pero no puedo estar seguro. Quiero decir, no podía verme.
-Es que la banda por fin podrá tocar en vivo – contesté; y una sonrisa triunfante se dibujó en mi rostro. No pude detenerla, apareció sin avisar.
-¿Dónde tocan? – preguntó entusiasmada mientras comenzaba a ordenar sus fotos.
-¿Conoces Smoothie House, verdad? – ella asintió – Bueno, saliendo de allí, dos cuadras hacia la derecha. En una esquina hay un bar. Tocamos allí – no creí que mis explicaciones fueran claras. Pero al parecer ella comprendió de qué hablaba.
-¿Crees que a los chicos les molestará si voy a sacarles fotos? – me preguntó sin levantar la vista de su trabajo.
-¿Qué? – pregunté sorprendido. Realmente me agarró desprevenido. “¿Tomarnos fotos a nosotros? ¡Qué martirio para la cámara!”, pensé.
-Sí, creo que sería un buen trabajo para mí. Probablemente esté oscuro, por lo que tendré que jugar con la luz. Será divertido ¿Cuándo tocan? –
-El viernes por la noche – contesté.
-Bueno, nos vemos allí entonces ¿Hoy trabajas, no? – preguntó.
-Sí, ¿por qué? – le pregunté. Jamás me perdí tanto en una conversación. Ni siquiera con Ryan.
-Porque se te está haciendo tarde… - dijo, y me miró sonriendo.
-¿Ah sí…? – miré mi reloj de muñeca sólo para descubrir que no tenía reloj de muñeca. Nunca lo tuve y nunca lo tendré. Estaba actuando como un verdadero estúpido, no entendía por qué, y comenzaba a darme daba miedo.
-Son las siete y cuarto, Brendon – me dijo aún sonriendo – Si fuese tú comenzaría a correr… -
Y eso fue lo que hice. Obedecí. Cuando llegué a Smoothie House no podía creer que había corrido hasta ahí.
***
El resto de la semana se me hizo eterno. Hasta que llegó el viernes por la noche. Ya estábamos allí. Sólo faltaba Brent que, como siempre, estaba llegando tarde.
-Voy a matarlo… - repetía Ryan una y otra vez caminando por todos lados.
Faltaban diez minutos para que nos anunciaran y todavía no llegaba. Ni rastros de Brent había.
-Tranquilízate Ryan – respondía Spencer cansinamente.
Ryan estaba a punto de caer en un ataque cardíaco cuando Brent llegó. Estaba todo rojo y sudado. Pero traía su bajo en la mano.
-¿Dónde estabas? – lo cuestionó Ryan. Pero ya estaba más tranquilo.
-Es que mi madre no me dejaba salir si iba a venir aquí. Tuve que salir por la ventana de mi cuarto – explicó respirando entrecortadamente.
-Brent, estás loco – le dije yo con media sonrisa en el rostro. Sonrisa que él devolvió.
No había mucha gente aquel día. Pero definitivamente había más gente que de costumbre.
En el “público” estaba Emily con su cámara de fotos. Pero el peor espectador de todos era Shane, que estaba con una filmadora.
Cuando el dueño del bar nos anunció dijo que éramos una banda del pueblo. Claro, no teníamos nombre. Fue muy graciosa la expresión de Ryan al escuchar que éramos “la banda del momento del pueblo”; creí que iba a abandonar su guitarra para golpear al anunciador.
Cuando salimos al escenario se sintió muy raro. Primero porque el “escenario” era una pequeña tarima. Y segundo, porque era la primera vez que tocábamos para alguien más que nosotros cuatro.
Estaba muy nervioso, y al principio pensé que la voz no me saldría. Pero al final resultó bastante bien. Quiero decir, la mitad de la gente que estaba en el bar eran ancianos: su opinión no contaba; aunque les agradó. Además de la multitud anciana sólo había un grupo de chicas de nuestra edad, las hermanitas de Spencer con su madre (que parecía que estaba a punto de llorar de la emoción), Emily y Shane.
Fue muy gracioso ver a las hermanitas de Spencer cantar las canciones, pero se sintió bien también. Eran parte del show, todo el mundo las miraba y les parecía tierno. Nosotros, por nuestra parte, estábamos agradecidos que no toda su atención esté centrada en el escenario. Eso hubiese sido terrorífico.
-¡Suenan genial! – exclamó Emily. Venía corriendo hacia nosotros cuando terminó el show y estábamos desenchufando todo.
-¿Te gustó? – preguntó Ryan escéptico – Yo creo que sonamos horrendo… -
-Ryan, no te tires para abajo. Suenan mejor que algunas grandes bandas. Y por supuesto que suenan mejor que cualquier banda de garage… - dijo Emily sonriendo ampliamente.
-¡Buen trabajo Ross! – dijo una de las chicas acercándose también. Era rubia, de pelo lacio. Muy bonita.
-Gracias Jac, pero creo que podemos sonar mejor… - respondió él.
-¿Se conocen? – preguntó Brent.
-Sí, Jac es amiga mía desde la secundaria – contestó Ryan mientras enfundaba su guitarra.
-¿Por qué nunca mencionaste que tenías amigas tan preciosas, Ross? – dijo Brent observando mejor a Jac.
-Porque sabía que ibas a mirarla de esa manera y soy demasiado posesivo con mis amigas… - le respondió Ryan.
-No esperaba que Ryan tuviese amigas mujeres… - susurró Emily.
-Yo tampoco – le respondí.
-¡Brendon, me oíste! – exclamó ella. Creo que se ruborizó, pero estaba un poco oscuro ahí dentro.
-¿Sacaste muchas fotos, verdad? – preguntó Shane abrazando a Emily.
-Sí… - respondió ella ensimismada, viendo algo. Giré un poco mi cabeza para seguir la línea de su mirada y me di cuenta que estaba mirando a Ryan.
-¡Hey, chicos! – dijo Ryan acercándose – Mi padre trabaja esta noche, ¿qué les parece si vamos a celebrar a mi casa? – sugirió.
-¡Estupendo! – exclamó Brent - ¿Irá tu amiga? – preguntó luego, bromeando.
-Si dices algo por el estilo de nuevo, te llevarás un golpe a tu casa Wilson… - le dijo Ryan fingiendo estar enojado.
Comments
Post a Comment