CAPITULO 10: “APPLAUSE! APPLAUSE!”

Y así fue. Todo lo que podía oír era la voz de Emily recitando aquella frase y los ronquidos de Shane. Se notaba que estaba muy cansado, él nunca roncaba. Se sintió bien tenerlo en casa de nuevo, en estos últimos días había descubierto que no me gustaba para nada estar solo. Cuando no estaba con Emily y Violet solía irme a casa de Ryan; sobre todo cuando Ryan no podía ir a la casa de Spencer a pasar el día.
-¡Hola Brendon! – exclamó Ryan al verme en su puerta, otra vez.
-Ryan… - comencé – lamento venir tan seguido a tu casa, pero es que la idea de estar solo por el resto de la tarde no me apetece tanto como creí –
-Está bien, Brendon – contestó él con una sonrisa – Ven, quiero mostrarte algo… - agregó mientras se hacía a un lado de la puerta para darme espacio a pasar.
-¿Qué has hecho? – pregunté intrigado, conociendo esa mirada en su rostro.
-Lo que tendríamos que haber hecho hace mucho tiempo… - contestó.
-Algo no me huele bien… - comenté.
Fuimos hasta su cuarto que, debo aclarar, era un desastre. Jamás imaginé eso de Ryan, pero había ropa tirada por todas partes, su guitarra acústica estaba en suelo. La cama estaba sin hacer, con su guitarra eléctrica encima; y había cartones de pizza con restos de la misma dentro y fuera de ella.
-Ryan, ¿en qué te has convertido? – pregunté mientras él vaciaba la silla frente a la computadora y se sentaba en ella para prenderla.
-Es que no alcancé a limpiar – fue todo lo que dijo.
-Necesitarás al S.W.A.T. para limpiar este cuarto – dije esquivando la guitarra para sentarme en un banquito a su lado.
-No es para tanto… - dijo él mirando su cuarto – O tal vez sí… -
-Vives como cerdo, Ross… - comenté sonriendo.
-Retira lo dicho. Mi cuarto jamás está en este estado… - dijo y luego se rió.
-Todavía no puedo leer tus pensamientos – le dije mientras él seguía riéndose.
-Es que recuerdo cómo llegamos a este punto y me da risa… - dijo él.
-¿Llegamos? – pregunté. Ahora sí estaba perdido.
-Jac se fue de aquí justo antes que llegaras – dijo aún riendo.
-Así que ella es la cerda – dije yo riéndome con él, por alguna extraña razón.
-Sí, debo admitir que no hice nada por detenerla, pero… - enfrentó su rostro a la computadora y abrió una página de internet.
-¿Cómo pueden dos personas tan flacas comer tanta pizza? – pregunté al ver que había cuatro cajas.
-¿Cómo crees? – preguntó él – Son de anoche y de hoy. La mitad del día Jac dice que está gorda, pero cuando le pones comida delante jamás dice que no… - comentó divertido.
-No está gorda… Aguarda… ¿Pasaste la noche con Jac? – pregunté sorprendido. De acuerdo, eran amigos desde hace bastante, pero…
-Brendon, no tengo catorce años… - me dijo sorprendido también.
-No creí que fuera tan serio el asunto – comenté. Ryan se rió. Y me temo que se rió de mí.
-No pasó nada, ella sólo destrozó mi armario y me obligó a tocar la guitarra toda la noche… - dijo – Mira… - agregó luego señalando la pantalla.
-¿Qué cosa? – pregunté sistemáticamente, pero enseguida miré la pantalla. Me estaba mostrando un video, cuyo nombre decía: “Panic! At The Disco Lying Is The Most Fun A Girl Can Have Without Taking Her Clothes Off”.
-¿“Panic at the disco”? – pregunté sorprendido.
-Fue idea de Spencer, lo juro… - se defendió – Bueno, en realidad… Un día bromeando dijimos que sería un nombre gracioso para una banda y… Fue el único que vino a mi mente cuando estaba subiendo los videos… - terminó.
-Genial… ¿Por qué el signo de exclamación? – pregunté luego mientras él ponía a andar el video.
-Le da personalidad – comentó.
-Sonamos bien… - dije luego de un rato de escucharnos – Debo admitirlo –
-Sí – contestó Ryan – Voy a ordenar el cuarto, ya me está dando asco… - agregó.
-Te ayudo – le dije levantándome.
-Olvídalo Brendon. No voy a hacer que limpies mi mugre – dijo él.
-Vamos, quiero sentirme útil… - le dije – Hey, ¿nombraste todas las canciones ya? – pregunté al ver la lista de canciones que había subido.
-Sí, estuve pensando hasta tarde; la mayoría se me ocurrieron escuchando a Jac maltratar mis guitarras – dijo pensativo.
-Parece que el odio y la desesperación son la fuente de tu inspiración – dije yo comenzando a levantar ropa del suelo.
-¡Brendon deja eso! – gritó Ryan.
-¡Oblígame! – contesté sacándole la lengua. Mientras yo levantaba la ropa, él iba sacándomela de las manos.
Estábamos en medio de una lucha cuando sonó el timbre.
-Iré a atender. No ordenes nada, Brendon – me ordenó. Cuando estuvo fuera de vista comencé a tender su cama – ¡Te estoy viendo! ¡Deja eso! – gritó.
-Ry, tendrás que pagarle por eso – dijo Spencer al entrar.
-No, él mismo se ofreció – contestó Ryan.
-¡¿Y tú lo dejaste?! – exclamó Spencer.
-¡No! – se defendió Ryan.
-Spence, no te alarmes, a Brendon le gusta limpiar. Está en su naturaleza Brendiniana… – dijo Brent desde el umbral de la puerta.
-Hey, Ryan subiste nuestros videos… - dijo Spencer acercándose al ver la pantalla de la computadora.
-Sí, me tomé el trabajo anoche. Estaba aburrido y cualquier cosa era mejor que lo que estaba haciendo antes… - dijo Ryan.
-¿Qué estabas haciendo, por cierto? – preguntó Brent observando la habitación con ojo crítico.
-Sí, Ry. Este lugar es muy poco propio de ti – dijo Spencer sentándose frente a la computadora.
-Es que anoche Jac estuvo aquí… - dijo Ryan. Ya habíamos despejado el piso, quedaba acomodar la ropa y la cama.
-Ross, eres mi héroe – dijo Brent sonriendo.
-Gracias Brent, pero no pasó nada… - contestó Ryan riéndose ante el comentario de mi amigo.
-Dime que no es cierto… - dijo Spencer con la boca entreabierta.
-¿Qué pasó? – pregunté yo.
-¿Subió un video de Jac y él por equivocación? – preguntó Brent acercándose.
-¡Brent! – exclamamos los tres riéndonos.
-No soy tan estúpido – dijo Ryan.
-¿Como para equivocarte de video? – preguntó Brent.
-¡No! ¡Como para filmar uno! – explicó Ryan.
-Lo que quiere decir que sí han hecho algo… Te lo digo Ross, eres un genio –
-¿Pueden dejar su discusión sobre la vida sexual de Ryan para otro momento? Estoy hablando del nombre de la banda – dijo Spencer.
-Ups… - dijo Ryan. Spencer lo miró serio – Sé que querías algo que suene exitoso y potente, Spen. Pero fue lo primero que se me ocurrió. Ya sabes… - pero Spencer lo interrumpió.
-… La primera intención es la que cuenta… - dijo como recitando una frase que le repiten muchas veces.
-Además, no está tan mal – dije yo en defensa de Ryan – No está tan lejos de nosotros ¿verdad? – agregué.
-A mí me gusta. Es original – dijo Brent.
-Sí, además a nadie parece importarle. Los nombres de las canciones son lo suficientemente chocantes… A todo el mundo le gustan – dijo Spencer leyendo los comentarios.
-Otras de las brillantes ideas de Ryan – comenté mientras tomaba la guitarra y comenzaba a tocar una de nuestras canciones.
-Chicos… - dijo Ryan sin mirar a ninguno de nosotros – Somos una banda… Al fin somos una banda – dijo mientras se le dibujaba media sonrisa en el rostro.
Spencer se levantó de su silla y fue a abrazarlo. Obviamente, Brent y yo no perdimos un segundo y nos abalanzamos contra los dos. Resultado: cuatro adolescentes tirados en piso riéndose.

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