Cap. VI : “SPENCER, LA PAZ INTERIOR DE RYAN”

-Hi everyone! – exclamó Mery al entrar.
-Spencer, you’re back! – gritó Aye desde detrás de Mery.
-Me gritaste en el oído, zorra… - le susurró Mery volteándose para enfrentarla.
Se adentraron un poco más hasta que Alice (que entró al último) cerró la puerta.
-… Y siempre me venís con que es mi culpa, porque siempre hacés lo mismo – le decía Aye a Mery.
-Ay, sí. Ahora es mí culpa – se quejó dándose vuelta, sólo para encontrarse a un Ryan un tanto (mucho) más enojado que siempre. – Oh! – exclamó Mery poniéndose una mano en el pecho y cerrando los ojos – You scared me, Ryan –
-Did I? – preguntó aún con cara de enojado.
-What… did I do? – preguntó Mery con miedo – I swear it wasn’t my fault! – se atajó.
-I didn’t do it either! – gritó Aye, por las dudas.
-It’s not about you. It’s about your sister’s weird friend – anunció Ryan.
-Oh, so it’s not of my business… - dijo Mery encogiéndose de hombros y preparándose para irse.
-No, no, no… You’re gonna stay here – dijo Ryan tomándola de un brazo – Someone’s got to listen to my complains – se quejó Ryan.
-No… It has to be me? – preguntó Mery frunciendo el ceño y haciendo pucherito.
-Who else?! – le preguntó Ryan.
-I don’t know… Babs? – sugirió.
-But it’s your sister – le recordó Ryan.
-Ay sí, ahora es hermana… - susurró Mery. – Agustina arma quilombo y se va a la mierda… Pará: What did Mati do? – preguntó mirando a Ryan.
-As to begin with, he wasn’t paralytic. What about that? –
-I… I thought you knew – se defendió Mery, torpemente.
Y hasta le creo que sí pensaba que sabían.
-¡Más vale que sí lo pensaba de verdad! – exclamó mirándome.
-How was I supposed to know?! – exclamó Ryan – And he rolled all the way around and… - y Ryan prosiguió gritando y gritando cosas que para Mery no tenían sentido, por lo que dejó de prestarle atención.
-¿Por qué llora? – preguntó Aye acercándose a Mery.
Las dos miraban a Ryan con la cabeza torcida.
-No sé, dijo algo como que Mati le rayó todo el parqué con su silla de ruedas, y que ni siquiera era paralítico, que le arruinó el encerado… No sé está loquito, loquito – dijo haciendo girar su dedo índice en el aire cerca al área de su sien.
-Sí, está cú-cú. Pobre – dijo Aye imitándola a Mery.
-So, how’s been your trip home? – preguntó Aye al ver pasar a Spencer.
-Okay, we’ve have a little family reunion. It was okay, I’ve seen cousins I didn’t know I had but… Funny – contó.
-I’m glad – comentó Aye.
-What’s up with the squirrel? – preguntó Spencer.
Dawn acababa de subirse al hombro de Aye con una bellota en las manitas.
-Oh, she’s our brand new pet. She’s the best. Her name’s Dawn “La Ardilla” Brendina – le contestó Aye.
Spencer puso cara de “wtf?!”, entonces Aye agregó:
-It’s a long, long story… - mientras acariciaba a Dawn en su cabecita pequeña.
-Spencer… - llamó Mery.
-I’m not gonna help you with Ryan. – sentenció.
-Please!!! – pidió Mery al borde de ponerse de rodillas. - ¡Mentira! –
Vamos, dejame contar la historia y ya…
-No estoy por ponerme de rodillas, no le mientas a nuestros televidentes –
Es una fic… Hello?
-¡Es lo mismo! – exclamó frustrada.
-Mary, are you feeling okay? – preguntó Spencer algo asustado.
-Mery, dejalo, yo después le peleo… - dijo Aye.
No vas a poder conmigo.
-¿Me estás retando? – dijo Aye.
-No matter how much you ask, it’s not going to happen… - dijo Spencer cruzándose de brazos decidido a no rendirse.
-Siempre contás cualquier cosa – me dijo Aye.
Ahora no Aye, tengo otra parte de la historia qué contar.
-No, hacete cargo, porque vos siempre nos querés ver la cara a nosotras, y nunca nos dejas luchar –
-Please, please, please! He’s still mad, don’t you see him? Do you wanna keep him that way for the rest of his life? – le preguntó Mery a Spencer en un intento de hacerle una especie de truco mental.
Y acá Aye me dijo algo que negué completamente porque si no, no hubiese podido seguir contando la historia.
Entonces la situación era la siguiente: Mery luchando con Spencer para que la ayude a tranquilizar a Ryan. Ryan seguía gritando e insultando a Mati de todas las maneras posibles (en inglés, claro). Aye seguía intentando luchar contra mí, pero no podía (¡muajaja!). Y el resto simplemente estaba en la casa, por ahí vagueando. Aunque… El muy zorrito de Jon estaba escuchando con mucha atención mi discusión son Aye. O al menos la parte de Aye. Nunca supe si me escuchaba o no. Ahora dudo. ¿Podrá ser real? Nos enteraremos en el próximo capítulo. O no… Porque este sigue así:
-Where’s Keltie anyway?! – gritó Mery luego que Spencer decidiera taparse los oídos y comenzar a tararear una canción para no escucharla.
-She’s gone to New York for job – contestó Alice.
-And how is that you know that and I don’t? – preguntó Mery.
-I called her – contestó Alice como si Mery fuera una tarada que nunca se le hubiese ocurrido llamarla.
-De hecho, nunca se me ocurrió –
-That’s why he’s mad too – comentó Brendon que acababa de aparecer en el living.
-Did you just have a bath? – preguntó Aye al mirar el pelo mojado de Brendon.
-We do bath, too. In case you didn’t know – contestó Brendon divertido. – Are you seriously gonna keep it forever? – preguntó señalando a la ardilla que seguía al hombro de Aye y miraba a Brendon con una mirada furiosa.
-Yes, and she does hate you so… You better run – le dijo Aye riéndose.
“Yes, you better run”, la ardilla acababa de pelar un cartel que decía eso.
-Wow! That’s the best trick I’ve ever seen – comentó Jon.
-What trick? – preguntó Aye – She can read and write –
-What?! – gritó Ryan de repente.
-What? – preguntaron todos asustados.
-A squirrel that can read and write. That’s impossible… - comentó Ryan olvidándose por completo de su odio hacia Mati y su silla de ruedas.
“Believe it, mate. ‘Cause I can do it”, le contestó la ardilla con otro cartel.
-Weird – dijo Ryan muy despacio. – How can she? – preguntó acercándose lentamente a la ardilla – I mean, she understands what we’re saying, too –
-Yes, I taught her – dijo Aye.
-Va a tener un par de faltas de ortografía entonces… - comentó Mery medio por la bajo, pero no lo suficiente.
-Malvada – contestó Aye entrecerrando los ojos.
-God, now I hate her more… - dijo Brendon.
“Watch your mouth, kid”.
-God… - volvió a decir Brendon antes de retirarse del living.
-It’s so cool – comentó Jon acariciando a Dawn con una ancha sonrisa en el rostro.
-It’s so weird – dijo Spencer.
“I’m not a freak show, guys…”, escribió la ardilla luego.
-Okay… - dijeron todos al mismo tiempo intentado dejar de prestarle atención al bichito raro con habilidades superiores a muchos de ellos (?).

El resto del día no hicieron nada especial.
Aye y Jon se pusieron a corretear por la Mansión Ross II; solos, porque Keltie se había llevado a Hobo argumentando que la perra iba a extrañarla mucho y que se iba a deprimir y a dejar de comer. Ryan había dicho que eran puras mentiras, pero yo no le creo a nadie. Lo único que me falta es meterme en la cabeza de Hobo. No, gracias.
Eric tocó un par de canciones de “Black Gold” en Susan (el piano, por si no lo recuerdan), mientras Brendon y Mery cantaban. Bueno, Brendon cantaba, y Mery hacía algunos ruidos con la boca que para ella eran “cantar”.
Los hermanitos y el rubio se pusieron a hacer quién sabe qué cosa, porque era algo así como top-secret. No sé, estaban los tres encerraditos en un círculo haciéndole una macumba a alguien, o algo. Voo-doo, tal vez. No sé, no sé.
Spencer finalmente accedió ayudar a Ryan, porque ya se había puesto a guitar y nadar en seco en medio del living. Y sin embargo nadie le daba bola. Así como que: al pedo estaba haciendo el berrinche, pero lo estaba haciendo igual. Y a Spencer le había empezado a molestar, porque le parecía totalmente al pedo y decidió calmarlo. Así que: estaban los dos en la cocina, tomando té, jugando a ser ingleses, y riéndose de cosas que sólo tiene sentido para amigos que se conocen desde muy chiquitos (o para Mery y Aye).
Las novias que sobraban (léase: Cassie y Haley) se habían ido de compras, como buenas mujeres que son. Bueno, en realidad: Cassie había ido a comprar comida porque “se necesitaba”. ¡Puf! ¡Qué mentira! En realidad era una excusa para no ver a su Joncy correteando con una nena de diecinueve años por la casa de uno de los integrantes de su grupo musical (que frase de cronista barato…). Y como Haley prefería morir a revivir las experiencias pasadas de Spencer y Ryan, la acompañó sin pensarlo dos veces.
Ah, me olvidaba, las novias arrastraron con ellas a Zack, por lo que el gordis se perdió su siestita. Pobre.
Resumen: eran como las nueve de la noche, las chicas no habían vuelto, no había comida en casa (sí, lo que Cassie había dicho era verdad), y Jon y Aye seguían gastando glucosa corriendo. Entonces Ryan, cansado de tomar té anunció:
-Why don’t we go eat outside? – entrando al living, donde estaban todos.
-Yes, please! – gritaron Aye y Jon dejándose caer en un sillón.
Brendon, Mery, y Eric se miraron como diciendo: “sí, lo que sea”. Estaban en medio de una acalorada charla sobre pianos. ¿Quién lo diría?
Y los otros tres… Bueno, sí, dijeron que sí…
-I’ll tell Zack to come back here and then catch us up, is that okay? – preguntó Spencer sacando su teléfono cellular del bolsillo.
-Okay – contestó Ryan.
Luego que Spencer llamara a Zack que, entre paréntesis, se quería matar: porque no había dormido la siesta y encima se iban a ir a cenar sin él; los muchachitos que quedaban en la casa se largaron para irse a cenar afuera.
Y sí, estaban todos en la van para quince.

*Not knowing you'd change for just one bite...*

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