CAPITULO 30: “JUST DON’T PUT YOUR TEETH ON ME”
-¡Alice tiene una mejor idea! – gritó Alice irrumpiendo una vez más en mi cuarto luego de una semana de intentos fallidos.
-¿Y ahora con qué te vienes, Alice? – pregunté cansado.
Había probado de todo, nunca se me cruzó por la cabeza que todavía quedara algo más por hacer.
Esa semana había sido terrorífica. Terroríficamente perfecta. Ryan había venido a disculparse por su actitud; y Ryan nunca se disculpa si sabe que tiene razón. Jon no había dejado de molestarme por lo de Toby (y eso que antes que apareciera El Jardinero él ya sabía mis sentimientos por Emily). No era molesto del todo, es sólo que cada oportunidad que tenía la aprovechaba para guiñarme un ojo, reírse de mí, o hasta susurrarme alguna sugerencia de diálogo. Spencer se había pasado dos veces por casa (por suerte, para mí). Cuando estaba él todo era mucho más tranquilo.
Emily por su parte había comenzado a trabajar, así que la mayoría del tiempo no estaba. Mientras Alice fingía ir a trabajar, Jon y Ryan se la vivían en mi casa.
-¡Chicos! ¡Chicos! ¡Chicos! – gritó Alice una mañana entrando por la puerta de calle gritando como una loca. Ryan, Jon y yo estábamos sentados en los sillones del living haciendo algo de música. Sólo divirtiéndonos. Había bajado el piano y yo estaba tocando. Ryan estaba con una guitarra acústica, y Jon con una pandereta.
-¿Qué pasa, Alice? – preguntó Jon medio sofocado atajándola y tirando la pandereta tres metros hacia atrás. Es que Alice se le había tirado encima.
-¡Conseguí trabajo! – dijo gritando y abrazando a Jon, ahogándolo aún más.
-Felicidades – le dijo Ryan riéndose de la situación.
Alice le sonrió ampliamente.
Y luego me miró a mí, que me había puesto a pensar en Emily. De nuevo.
-¿Qué sucede, Brendon? – preguntó Alice levantándose del regazo de Jon y tirándose encima mío, obviamente sin tocar el piano. De otra manera la hubiese tirado al suelo en vez de rodear mis brazos en su cintura.
-Nada… - contesté tristemente sin dejar de mirar las teclas del piano.
No comprendía por qué estaba tan deprimido. Quiero decir, no es que Emily y yo alguna vez hubiésemos salido y ahora ella estaba con otra persona. Siempre habíamos sido amigos y eso es lo único que seríamos. Lo tenía bien claro. Sin embargo, verla tan feliz con alguien que no era yo, en el fondo, me estaba destruyendo por dentro.
-No te ves como “nada” – susurró Alice, poniendo ella misma las comillas.
-Ya sabes por qué estoy así Alice, no preguntes… - dije luego de un rato, con la intención de evadir su preocupación.
-Brendon, no puedes estar así por siempre, ¡tienes que seguir adelante! – exclamó Alice, tal vez un poco gritando.
-Ya sé qué puedes hacer para que Emily se de cuenta que está enamorada de ti – dijo Jon.
-¿Qué? – preguntó Alice.
-Jon, ése es el problema – dije yo, cansino – Ella no está enamorada de mí. Me ve sólo como un amigo… -
-Urie, no me contradigas, yo sé cómo funcionan estas cosas – dijo Jon poniendo los ojos en blanco – Ella está secretamente enamorada de ti, pero no lo notó aún. Porque nunca te tomó como opción, ¿entiendes? –
-Jon, pasaste demasiado tiempo con Alice, estás divagando – dije yo comenzando a tocar el piano, aún con Alice sentada sobre mí.
-No quiero decir que Jon tenga razón, ni que Alice no divague – comenzó Ryan luego de un tiempo – Pero, creo que tal vez no esté del todo errado… - comentó.
Dejé de tocar y volteé para mirar a Ryan. Definitivamente estaba hablando en serio. No podía creerlo, no de Ryan. Creí que de todos él sería el único que estaría con los pies sobre la tierra. ¿Emily? ¿Enamorada de mí sin saberlo? No era posible. Había habido algunas situaciones para que lo note. Cuando ella se fue a la universidad. Cuando nos encontramos en la fiesta de cumpleaños de Ryan. Yo estaba coqueteando con una chica que no creí que fuera Emily y ella ni siquiera lo notó. El asunto del beso con Violet. Tuvo más que tiempo para pensarlo y repensarlo hasta finalmente caer en la cuenta que yo le importaba más que sólo como un amigo.
-No, Ryan, ella no está enamorada de mí – dije luego de sacar las conclusiones en mi cabeza.
-Brendon, no te angusties, tengo un plan – comenzó Jon. Esto podría ser muy bueno, o muy malo – Probemos si Emily se pone celosa si tú y Alice comienzan a salir –
Alice y yo nos miramos perplejos. Pero luego las risas comenzaron a brotar por parte de ambos.
-¡Eso nunca va a pasar! – exclamó Alice dirigiéndose a Jon.
-¿Cómo estás tan segura que no podría pasar? – preguntó Jon, dolido por el ataque a su plan maestro.
-Jon, si Alice y Brendon comenzaran a salir, entonces yo y Spencer tendríamos que casarnos – le explicó Ryan.
-No es lo mismo, Spence es nene. Alice… Bueno, se dice que es mujer… - dijo Jon.
-¡Jon! – dijo Alice y, acto seguido, se sacó un zapato de tacón y se lo revoleó por la cabeza.
-¡Hey! – gritó Jon esquivando ágilmente el zapato – ¡Esa cosa tiene como tres pulgadas! ¡Y es aguja! –
-No llores, Walker – le dijo Alice cruzándose de piernas sobre mí – Esos tacos no tienen ni una pulgada y media – agregó poniendo los ojos en blanco.
-Alice, ¿podrías ir a buscar tu zapato y ponerte de pie frente a mí, por favor? – preguntó Ryan.
-Claro… - contestó Alice bajándose de encima mío con un saltito y yendo a buscar su zapato.
Se lo calzó rápidamente y se paró frente a Ryan.
Él la miró por un rato y luego esbozó una media sonrisa.
Conocía esa sonrisa: Ryan tenía un plan.
Miré a Alice con más detenimiento y noté que estaba muy bien vestida, claro. Porque había ido a una entrevista de trabajo. Llevaba puesta una camisa ajustada al cuerpo y una pollera (tal vez demasiado corta) de vestir. Me quedé mirando sus piernas, nunca había notado lo bellas que eran. Es que siempre la había visto con pantalones o jeans.
-¿Qué tanto miras, Urie? – preguntó Jon riéndose.
-¿Qué? –pregunté yo mirando a Jon a la vez que Alice volteaba para enfrentarme.
-Dijiste que Toby probablemente la estaba engañando, ¿verdad? – preguntó Ryan.
-Sí – contestó Alice – Estoy casi segura –
-¿No vas a ir así vestida al trabajo, verdad? – pregunté yo.
-Entonces tengo un plan infalible para hacer que se aleje de Emily – dijo Ryan triunfante.
-¿Por qué? – preguntó Alice dirigiéndose a mi pregunta.
-Es que estás muy… - comencé.
-¿Descubierta? – inquirió Jon acertando.
-Me quitaste la palabra de la boca, Jon – dije yo.
-Boyd, no seas sobre protector – se quejó Alice.
-¿A alguien le interesa mi plan, o no? – preguntó Ryan. Probablemente cansado de ser ignorado.
-Sí – dijimos los tres a la vez enfocándonos en él.
-Yo creo que Alice debería tratar de llamar la atención de Toby ella sola – anunció.
-Quieres decir que quieres que trate de ¿ganárselo? – preguntó Jon mirando a Alice.
-Exacto – dijo Ryan echándose hacia atrás triunfante.
-Puedo hacer eso – dijo ella sonriendo muy segura.
-¿Tan segura estás? – pregunté yo dudando de todo el plan.
-Claro – contestó ella sin perder la postura.
-Pero… - comencé yo, pero fui interrumpido por Ryan y Jon.
-Es divertida – comenzó Ryan.
-Le gusta salir – siguió Jon.
-Es agradable – agregó Ryan.
-Es linda – dijo Jon haciendo que Alice sonriera.
-Es sexy – corrigió Ryan haciendo que Alice se sonrojara un poco.
-¡Es malvada! – exclamó Jon.
Los tres nos quedamos mirándolo.
-¿Qué? A mí me llama eso en una mujer… - se defendió encogiéndose de hombros, haciendo que los tres nos riamos con ganas.
-Puede tener a quién quiera – sentenció Ryan al fin.
-Oh… ¿Puedo tenerte a ti, Ross? – dijo Alice con voz seductora acercándose a él.
-Claro que no, yo tengo novia – dijo Ryan sin titubear.
-Toby también – se defendió Alice volviendo a la Alice normal.
-Pero yo aprecio a mi novia, ¿ves la diferencia? –
-Casi nula – bromeó Alice.
-¿Están seguros, chicos? – pregunté todavía poco convencido.
-De acuerdo, puedes no creer en una idea de Alice, puedes no creer en una idea mía. Pero tienes que confiar en Ryan – dijo Jon – Él sí es inteligente de verdad –
-Jon tiene razón, Ryan sí piensa… - agregó Alice.
-Pero… ¿Y si se da cuenta? – pregunté, aunque ya me sentía más seguro sobre esto. Hasta creía que podría llegar a funcionar.
-Emily no nota nada… Además, no soy tan tonta como para coquetearle a su novio enfrente suyo. – dijo Alice con media sonrisa en el rostro haciéndome sentir un idiota. – Además, tengo que hacer que me desee. ¿Qué mejor manera que ir a buscarlo cuando su novia se fue al baño, o no está presente durante un corto tiempo? –
-Ja, pensando que en cualquier momento Emily podría aparecer de nuevo… - dijo Jon. – ¡Cuánta presión! – agregó aplaudiendo contento como tonto.
-¿Entonces es un plan rígido? – pregunté.
-Sí, pero nadie más debe saber de esto que nosotros cuatro, ¿okay? – dijo Ryan.
-Shane se va a enterar de todos modos, lo va a descubrir. Es Shane – dije yo – Así que no se alarmen si viene a darnos un sermón de un día para el otro –
-Tienes razón – dijo Alice.
Habían pasado cinco minutos desde que habíamos pactado el plan cuando alguien llegó a la casa.
-¡Brendon, ya llegué! – gritó la voz de Emily desde el otro lado de la puerta de calle. – ¡Vino Toby a cenar! –
-¿Y ahora con qué te vienes, Alice? – pregunté cansado.
Había probado de todo, nunca se me cruzó por la cabeza que todavía quedara algo más por hacer.
Esa semana había sido terrorífica. Terroríficamente perfecta. Ryan había venido a disculparse por su actitud; y Ryan nunca se disculpa si sabe que tiene razón. Jon no había dejado de molestarme por lo de Toby (y eso que antes que apareciera El Jardinero él ya sabía mis sentimientos por Emily). No era molesto del todo, es sólo que cada oportunidad que tenía la aprovechaba para guiñarme un ojo, reírse de mí, o hasta susurrarme alguna sugerencia de diálogo. Spencer se había pasado dos veces por casa (por suerte, para mí). Cuando estaba él todo era mucho más tranquilo.
Emily por su parte había comenzado a trabajar, así que la mayoría del tiempo no estaba. Mientras Alice fingía ir a trabajar, Jon y Ryan se la vivían en mi casa.
-¡Chicos! ¡Chicos! ¡Chicos! – gritó Alice una mañana entrando por la puerta de calle gritando como una loca. Ryan, Jon y yo estábamos sentados en los sillones del living haciendo algo de música. Sólo divirtiéndonos. Había bajado el piano y yo estaba tocando. Ryan estaba con una guitarra acústica, y Jon con una pandereta.
-¿Qué pasa, Alice? – preguntó Jon medio sofocado atajándola y tirando la pandereta tres metros hacia atrás. Es que Alice se le había tirado encima.
-¡Conseguí trabajo! – dijo gritando y abrazando a Jon, ahogándolo aún más.
-Felicidades – le dijo Ryan riéndose de la situación.
Alice le sonrió ampliamente.
Y luego me miró a mí, que me había puesto a pensar en Emily. De nuevo.
-¿Qué sucede, Brendon? – preguntó Alice levantándose del regazo de Jon y tirándose encima mío, obviamente sin tocar el piano. De otra manera la hubiese tirado al suelo en vez de rodear mis brazos en su cintura.
-Nada… - contesté tristemente sin dejar de mirar las teclas del piano.
No comprendía por qué estaba tan deprimido. Quiero decir, no es que Emily y yo alguna vez hubiésemos salido y ahora ella estaba con otra persona. Siempre habíamos sido amigos y eso es lo único que seríamos. Lo tenía bien claro. Sin embargo, verla tan feliz con alguien que no era yo, en el fondo, me estaba destruyendo por dentro.
-No te ves como “nada” – susurró Alice, poniendo ella misma las comillas.
-Ya sabes por qué estoy así Alice, no preguntes… - dije luego de un rato, con la intención de evadir su preocupación.
-Brendon, no puedes estar así por siempre, ¡tienes que seguir adelante! – exclamó Alice, tal vez un poco gritando.
-Ya sé qué puedes hacer para que Emily se de cuenta que está enamorada de ti – dijo Jon.
-¿Qué? – preguntó Alice.
-Jon, ése es el problema – dije yo, cansino – Ella no está enamorada de mí. Me ve sólo como un amigo… -
-Urie, no me contradigas, yo sé cómo funcionan estas cosas – dijo Jon poniendo los ojos en blanco – Ella está secretamente enamorada de ti, pero no lo notó aún. Porque nunca te tomó como opción, ¿entiendes? –
-Jon, pasaste demasiado tiempo con Alice, estás divagando – dije yo comenzando a tocar el piano, aún con Alice sentada sobre mí.
-No quiero decir que Jon tenga razón, ni que Alice no divague – comenzó Ryan luego de un tiempo – Pero, creo que tal vez no esté del todo errado… - comentó.
Dejé de tocar y volteé para mirar a Ryan. Definitivamente estaba hablando en serio. No podía creerlo, no de Ryan. Creí que de todos él sería el único que estaría con los pies sobre la tierra. ¿Emily? ¿Enamorada de mí sin saberlo? No era posible. Había habido algunas situaciones para que lo note. Cuando ella se fue a la universidad. Cuando nos encontramos en la fiesta de cumpleaños de Ryan. Yo estaba coqueteando con una chica que no creí que fuera Emily y ella ni siquiera lo notó. El asunto del beso con Violet. Tuvo más que tiempo para pensarlo y repensarlo hasta finalmente caer en la cuenta que yo le importaba más que sólo como un amigo.
-No, Ryan, ella no está enamorada de mí – dije luego de sacar las conclusiones en mi cabeza.
-Brendon, no te angusties, tengo un plan – comenzó Jon. Esto podría ser muy bueno, o muy malo – Probemos si Emily se pone celosa si tú y Alice comienzan a salir –
Alice y yo nos miramos perplejos. Pero luego las risas comenzaron a brotar por parte de ambos.
-¡Eso nunca va a pasar! – exclamó Alice dirigiéndose a Jon.
-¿Cómo estás tan segura que no podría pasar? – preguntó Jon, dolido por el ataque a su plan maestro.
-Jon, si Alice y Brendon comenzaran a salir, entonces yo y Spencer tendríamos que casarnos – le explicó Ryan.
-No es lo mismo, Spence es nene. Alice… Bueno, se dice que es mujer… - dijo Jon.
-¡Jon! – dijo Alice y, acto seguido, se sacó un zapato de tacón y se lo revoleó por la cabeza.
-¡Hey! – gritó Jon esquivando ágilmente el zapato – ¡Esa cosa tiene como tres pulgadas! ¡Y es aguja! –
-No llores, Walker – le dijo Alice cruzándose de piernas sobre mí – Esos tacos no tienen ni una pulgada y media – agregó poniendo los ojos en blanco.
-Alice, ¿podrías ir a buscar tu zapato y ponerte de pie frente a mí, por favor? – preguntó Ryan.
-Claro… - contestó Alice bajándose de encima mío con un saltito y yendo a buscar su zapato.
Se lo calzó rápidamente y se paró frente a Ryan.
Él la miró por un rato y luego esbozó una media sonrisa.
Conocía esa sonrisa: Ryan tenía un plan.
Miré a Alice con más detenimiento y noté que estaba muy bien vestida, claro. Porque había ido a una entrevista de trabajo. Llevaba puesta una camisa ajustada al cuerpo y una pollera (tal vez demasiado corta) de vestir. Me quedé mirando sus piernas, nunca había notado lo bellas que eran. Es que siempre la había visto con pantalones o jeans.
-¿Qué tanto miras, Urie? – preguntó Jon riéndose.
-¿Qué? –pregunté yo mirando a Jon a la vez que Alice volteaba para enfrentarme.
-Dijiste que Toby probablemente la estaba engañando, ¿verdad? – preguntó Ryan.
-Sí – contestó Alice – Estoy casi segura –
-¿No vas a ir así vestida al trabajo, verdad? – pregunté yo.
-Entonces tengo un plan infalible para hacer que se aleje de Emily – dijo Ryan triunfante.
-¿Por qué? – preguntó Alice dirigiéndose a mi pregunta.
-Es que estás muy… - comencé.
-¿Descubierta? – inquirió Jon acertando.
-Me quitaste la palabra de la boca, Jon – dije yo.
-Boyd, no seas sobre protector – se quejó Alice.
-¿A alguien le interesa mi plan, o no? – preguntó Ryan. Probablemente cansado de ser ignorado.
-Sí – dijimos los tres a la vez enfocándonos en él.
-Yo creo que Alice debería tratar de llamar la atención de Toby ella sola – anunció.
-Quieres decir que quieres que trate de ¿ganárselo? – preguntó Jon mirando a Alice.
-Exacto – dijo Ryan echándose hacia atrás triunfante.
-Puedo hacer eso – dijo ella sonriendo muy segura.
-¿Tan segura estás? – pregunté yo dudando de todo el plan.
-Claro – contestó ella sin perder la postura.
-Pero… - comencé yo, pero fui interrumpido por Ryan y Jon.
-Es divertida – comenzó Ryan.
-Le gusta salir – siguió Jon.
-Es agradable – agregó Ryan.
-Es linda – dijo Jon haciendo que Alice sonriera.
-Es sexy – corrigió Ryan haciendo que Alice se sonrojara un poco.
-¡Es malvada! – exclamó Jon.
Los tres nos quedamos mirándolo.
-¿Qué? A mí me llama eso en una mujer… - se defendió encogiéndose de hombros, haciendo que los tres nos riamos con ganas.
-Puede tener a quién quiera – sentenció Ryan al fin.
-Oh… ¿Puedo tenerte a ti, Ross? – dijo Alice con voz seductora acercándose a él.
-Claro que no, yo tengo novia – dijo Ryan sin titubear.
-Toby también – se defendió Alice volviendo a la Alice normal.
-Pero yo aprecio a mi novia, ¿ves la diferencia? –
-Casi nula – bromeó Alice.
-¿Están seguros, chicos? – pregunté todavía poco convencido.
-De acuerdo, puedes no creer en una idea de Alice, puedes no creer en una idea mía. Pero tienes que confiar en Ryan – dijo Jon – Él sí es inteligente de verdad –
-Jon tiene razón, Ryan sí piensa… - agregó Alice.
-Pero… ¿Y si se da cuenta? – pregunté, aunque ya me sentía más seguro sobre esto. Hasta creía que podría llegar a funcionar.
-Emily no nota nada… Además, no soy tan tonta como para coquetearle a su novio enfrente suyo. – dijo Alice con media sonrisa en el rostro haciéndome sentir un idiota. – Además, tengo que hacer que me desee. ¿Qué mejor manera que ir a buscarlo cuando su novia se fue al baño, o no está presente durante un corto tiempo? –
-Ja, pensando que en cualquier momento Emily podría aparecer de nuevo… - dijo Jon. – ¡Cuánta presión! – agregó aplaudiendo contento como tonto.
-¿Entonces es un plan rígido? – pregunté.
-Sí, pero nadie más debe saber de esto que nosotros cuatro, ¿okay? – dijo Ryan.
-Shane se va a enterar de todos modos, lo va a descubrir. Es Shane – dije yo – Así que no se alarmen si viene a darnos un sermón de un día para el otro –
-Tienes razón – dijo Alice.
Habían pasado cinco minutos desde que habíamos pactado el plan cuando alguien llegó a la casa.
-¡Brendon, ya llegué! – gritó la voz de Emily desde el otro lado de la puerta de calle. – ¡Vino Toby a cenar! –
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