CAPITULO 32: “I’M EXACTLY WHERE YOU LIKE ME”

Me estaba peleando con Alice de camino a la cocina, y no recuerdo el porqué. Pero veníamos dándonos empujoncitos y riéndonos de algo.
-¿Mis chiquitines se levantaron de buen humor? – preguntó Shane con una sonrisa al vernos.
-¡Shane! Siento que hace años que no te veo… - dije acercándome para abrazar a mi amigo.
-Es que estos últimos días estuvimos trabajando como hormigas. Prometo volver más temprano esta semana – me dijo de manera demasiado paternal incluso para estar bromeando.
Sin embargo, no le dije nada y comencé a ayudarlo con el desayuno.
-¿Durmieron juntos? – escuché que Emily le preguntaba a Alice.
-¿Qué? – “Diablos, la agarró desprevenida a Alice”, pensé. Pero luego escuché que Alice se reía – Sí, es que tuve una pesadilla. Sé que estoy grandecita para ese tipo de cosas, pero es que mi hermano mayor me mal acostumbró y Brendon es mi hermano prácticamente. – estaba diciendo Alice cuando Shane y yo volvimos al comedor - Así que… Sólo cumplió con su deber… - agregó mirándome a mí.
-Qué buen hermano que soy, ¿verdad? – pregunté sonriendo. Por un lado aliviado y por el otro lado dudando si alguna vez Alice me había mentido a mí de esa manera.
-Claro – dijo Emily poco convencida del asunto. O al menos eso parecía.

Habían pasado ocho días desde que a Ryan se le había ocurrido el plan maestro para deshacerse del Jardinero. Era viernes, y por lo tanto, era el día que Alice tenía franco.
-Mañana es el día – dijo Alice sentándose entre Jon y Ryan.
-¿Qué? ¿Por qué? – preguntamos los tres a la vez.
-Porque mañana es el cumpleaños de Emily y Shane estuvo toda la semana preparándole una súper fiesta sorpresa… - explicó Alice – Vamos a estar todos –
-Quiere decir que, básicamente, planeas arruinarle el cumpleaños – dije yo.
-Bueno, si lo pones así… - dijo Alice pensativa.
-Brendon, es perfecto – dijo Ryan intentando convencerme.
-¿Por qué Shane no nos dijo nada sobre la fiesta? – preguntó Jon.
-No lo sé, Ryan. No quiero que recuerde su cumpleaños como “el día que su novio la engaño con una amiga” por siempre – dije exagerando demasiado las comillas.
-Shane no les contó nada porque temía que se te escapara sin querer… Contándole a Emily – le dijo Alice a Jon.
-Qué inteligente – dijo Jon encogiéndose de hombros sin enojarse.
-De todos modos, creo que Shane sospecha lo que estamos haciendo – dijo Alice dudando.
-Eso no importa, lo importante es que… - pero me quedé a mitad de frase al ver la cara de Ryan.
-¿Qué pasa, Boyd? – preguntó Alice.
-Es que Ryan tiene su cara de concentración… - comenté.
-Sería genial si pudiera instalar un par de cámaras, o un micrófono en Alice. Para tener evidencias por si Emily no nos cree – dijo más para sí mismo que para el resto de nosotros. Como siempre que estaba ideando un plan. O una canción.
-Escucha Ryan: - comenzó Alice – Emily puede ser todo lo despistada que quieras, pero si le pones un pedazo de carne en el plato no te va a decir que es zanahoria… - terminó.
-No hagas analogías con la comida, me da hambre – dijo Jon tomándose el estómago.
-Acabamos de comer hace cuarenta minutos, Jon – le contestó Alice sonriendo.
-Siempre tengo hambre. Es una enfermedad… - dijo Jon abriendo mucho los ojos.
Todos nos reímos de eso por un buen rato, hasta que Ryan prosiguió con su plan.
-Vamos Alice, déjame instalarte una cámara pequeña… Una de espionaje. Tal vez un pequeño micrófono – seguía insistiendo.
-¡No! ¡Lo haré a mi manera o no lo haré! – le respondía Alice.
-¿Cómo sabremos cuándo enviar a Emily? – preguntó Ryan con una sonrisa de triunfo. Pensando, seguramente, que ya había dado en el clavo y Alice tendría que someterse a ser un equipo de espionaje profesional.
-Ya lo tengo todo pensado – dijo Alice sonriendo satisfactoriamente al ver que al fin, una vez el la vida, alguien le había ganado a Ryan Ross.
-Oh, vamos… - le dijo Ryan sin creerle.
-Escuchen, acérquense – dijo llamándonos a los tres. Cuando estuvimos cabeza con cabeza, cual equipo de fútbol profesional, continuó: - A Emily le encanta cuando Brendon toca el piano; entonces tú serás el encargado de estar con ella y mantenerla ocupada mientras yo estoy con El Jardinero. –
-¿No te preocupa que a ella le preocupe saber dónde diablos está su novio? – pregunté.
-Eso es exactamente lo que quiero – dijo Alice – Pero sé que no va a pasar. Porque cuando la gente está cerca de ti mientras tocas el piano no le importa nada más. Es ley amigo – explicó.
Me quedé mirándola sin creerle. Porque sabía que no era verdad. Aquella vez que yo había estado tocando el piano, Emily se había ido corriendo detrás de Ryan…
-¿Entonces qué piensas hacer? – preguntó Jon.
-Bueno, había estado pensando que tal vez uno de ustedes – dijo mirando a Ryan – podría estar espiándome a mí y a Toby, y entonces avisarle al otro – agregó mirando a Jon – que le avise a Brendon, y mágicamente Emily nos encuentra… - explicó satisfecha, cruzando brazos y piernas.
-Sigo insistiendo con las cámaras… - dijo Ryan.
Jon y yo nos reímos mientras Alice le respondía:
-¡Basta Ross! Comienzas a sonar como un acosador –
-¿Micrófonos al menos? – intentó una vez más – Prefiero el término “asesino en serie” – agregó.
-Dije sin nada – sentenció Alice – Claro, más años de cárcel, mejor, ¿no? –
Ryan sonrió, pero Alice negó con la cabeza ante su aprobación.

El resto del rato nos dedicamos a escribir algunas músicas nuevas. No es que fueran definitivas, pero era una buena idea tener mucho material; para luego desechar tranquilos y quedaron con lo mejor.
Alice nos obligó a tocar uno que otro cover de los “Backstreet Boys”. Lo peor fue que Ryan recordara las letras. Daba miedo. Por supuesto que de las conocidas Jon también se sabía los estribillos, pero era diferente. De alguna manera.
Descubrimos que Alice tenía una linda voz. Pero queriendo imitar las voces de los “Backstreet Boys”, a veces le pifiaba a las notas y no sonaba lindo. De todos modos, estábamos entre amigos. Sólo pasando un buen rato, no tocando en vivo para TRL®, ni nada por el estilo.

Para cuando llegó Shane estábamos a mitad de estribillo de “I Want It That Way”, otro pedido de Alice.
-¿Los dejo solos una semana y se ponen a tocar canciones de grupos para niñas? - preguntó Shane riéndose de nosotros mientras entraba a la casa con dos bolsas llenas de comida.
-¡Yo estoy en casa! – gritó Alice desde atrás de uno de los sillones levantando una mano.
-¡Oh! – exclamó Shane riéndose aún más. – Todo tiene sentido ahora -
-Déjame, te ayudo – le dije acercándome a él y tomando una de las bolsas de sus manos.
-Gracias, Brendon – contestó.
-¿Trajiste comida? – preguntó Jon saliendo de su escondite.
-¿Alguien más va a sorprenderme hoy? – preguntó Shane cuando llegamos a la cocina.
-Es que Jon y Alice estaban jugando a las escondidas… - le expliqué resumidamente a Shane.
En realidad habían inventado un juego nuevo que consistía en que los dos se escondían a la vez y se tenían que buscar mutuamente. Pero tenían que tener el cuidado de encontrarse por la espalda. Era muy extraño. Y cuando Shane entró sólo nos vio a Ryan y a mí tocando la canción.
-¿Es para el cumpleaños de Emily? – preguntó Jon, que estaba dando saltitos alrededor nuestro como un cachorrito hambriento.
-¿Quién le contó? – preguntó Shane serio.
-¡Alice! – contesté en seguida.
Shane suspiró pensativo, pero luego se encogió de hombros. Claramente no había nada que pudiera hacer ahora. Además el cumpleaños era al otro día. Y no había forma que Ryan dejara que Jon hablase con Emily antes de mañana por la noche.
Así que mañana sería el gran día de “La Venganza”, como la había llamado muy erróneamente Ryan. Quiero decir, no era una venganza; era sólo una comprobación del engaño de El Jardinero para con Emily. Eso era todo.

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