"The New Kingdom"
Capítulo 1
[...]
-¡No te atrevas a contradecirme! ¡Te casarás con quién me plazca! – le gritó. Emily retrocedió un paso.
-¡No es justo! – gritó ella a su vez.
-¡Vete a tu alcoba! – Gritó Su Majestad – ¡En seis meses asignaré a tu prometido! ¡Y un mes más tarde será el casamiento! –
Esas palabras fueron las últimas que escuchó Emily antes de cerrar la puerta de su alcoba.
-¡Es tan injusto! – exclamó mientras, acostada en su cama, hundía la cara en una almohada.
Las lágrimas que escapaban de sus ojos se absorbían en sus mullidos almohadones.
-Jamás creí que fuera a verla llorar por una situación como esta – la voz de Ryan le llegó desde la ventana entreabierta. Emily levantó la cabeza para verlo, y en cuanto sus ojos se encontraron se levantó y se acercó a la ventana.
-Jamás creí que al fin accedieras a entrar por mi ventana – dijo ella al abrir más su ventana para que Ryan pudiera pasar por ella. Detrás de la cortina de lágrimas, Emily mostró una temblorosa sonrisa.
-Aún no he accedido – contestó Ryan sonriendo a su vez – Y probablemente no sea lo correcto – agregó borrando la sonrisa.
-¿Por qué no? – Preguntó Emily sentándose en el borde de la ventana – La puerta está cerrada con llave, mi padre jamás se enterará que estás aquí –
-Pero Señorita, ¿y si necesita de mis servicios y no me encuentro a su disposición? – las mejillas de Ryan se habían teñido de un suave color rosa.
-Te ha echado de sus terrenos por hoy. Si precisa de tus servicios y no estás ahí, ha sido su culpa – ella lo miraba, seria.
-Sigo insistiendo que no es propicio, Señorita Emily – Ryan ya no pudo sostener más su mirada.
-Por favor, Ryan, hazlo por mí. Eres mi amigo – insistió.
-Señorita, no me obligue a… - Emily había sacado medio cuerpo por la ventana y había cerrado sus brazos alrededor del cuello de Ryan.
-Necesito hablar con alguien – le susurró al oído – Y no sabiendo que ése alguien está fuera de mi cuarto, precisamente –
-Yo… - logró articular él. En este momento sus mejillas estaban completamente rojas, y le costaba respirar.
-Tu corazón late muy rápido – dijo ella medio burlona aferrándose más a su cuello, haciendo que Ryan de unos pasos hacia delante – Pasa, por favor… -
Emily se soltó y entró a su alcoba nuevamente. Ryan se había quedado ahí parado, sin mover un músculo, con la cabeza gacha y la mirada clavada en el suelo. [...]
xoxo
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-¡No te atrevas a contradecirme! ¡Te casarás con quién me plazca! – le gritó. Emily retrocedió un paso.
-¡No es justo! – gritó ella a su vez.
-¡Vete a tu alcoba! – Gritó Su Majestad – ¡En seis meses asignaré a tu prometido! ¡Y un mes más tarde será el casamiento! –
Esas palabras fueron las últimas que escuchó Emily antes de cerrar la puerta de su alcoba.
-¡Es tan injusto! – exclamó mientras, acostada en su cama, hundía la cara en una almohada.
Las lágrimas que escapaban de sus ojos se absorbían en sus mullidos almohadones.
-Jamás creí que fuera a verla llorar por una situación como esta – la voz de Ryan le llegó desde la ventana entreabierta. Emily levantó la cabeza para verlo, y en cuanto sus ojos se encontraron se levantó y se acercó a la ventana.
-Jamás creí que al fin accedieras a entrar por mi ventana – dijo ella al abrir más su ventana para que Ryan pudiera pasar por ella. Detrás de la cortina de lágrimas, Emily mostró una temblorosa sonrisa.
-Aún no he accedido – contestó Ryan sonriendo a su vez – Y probablemente no sea lo correcto – agregó borrando la sonrisa.
-¿Por qué no? – Preguntó Emily sentándose en el borde de la ventana – La puerta está cerrada con llave, mi padre jamás se enterará que estás aquí –
-Pero Señorita, ¿y si necesita de mis servicios y no me encuentro a su disposición? – las mejillas de Ryan se habían teñido de un suave color rosa.
-Te ha echado de sus terrenos por hoy. Si precisa de tus servicios y no estás ahí, ha sido su culpa – ella lo miraba, seria.
-Sigo insistiendo que no es propicio, Señorita Emily – Ryan ya no pudo sostener más su mirada.
-Por favor, Ryan, hazlo por mí. Eres mi amigo – insistió.
-Señorita, no me obligue a… - Emily había sacado medio cuerpo por la ventana y había cerrado sus brazos alrededor del cuello de Ryan.
-Necesito hablar con alguien – le susurró al oído – Y no sabiendo que ése alguien está fuera de mi cuarto, precisamente –
-Yo… - logró articular él. En este momento sus mejillas estaban completamente rojas, y le costaba respirar.
-Tu corazón late muy rápido – dijo ella medio burlona aferrándose más a su cuello, haciendo que Ryan de unos pasos hacia delante – Pasa, por favor… -
Emily se soltó y entró a su alcoba nuevamente. Ryan se había quedado ahí parado, sin mover un músculo, con la cabeza gacha y la mirada clavada en el suelo. [...]
xoxo
*Not knowing you'd change for just one bite...*
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